El planeta de los simios VI. La batalla por el planeta de los simios





Dirigida por J. Lee Thompson en 1973

La historia es narrada en flashbacks en el siglo XXI por el Legislador (John Huston) desde el 2670. Se desarrolla 12 años después de la anterior película

En una sociedad postnuclear, César (Roddy McDowall) intenta mantener la paz entre los simios y los humanos supervivientes, pero Aldo (Claude Akins), un gorila, se opone a ello. 

César se ha casado con Lisa (Natalie Trundy), el chimpancé hembra que pudo hablar en la película anterior, y tiene un hijo llamado Aurelio (Bobby Porter), en honor al padre de César, que lamenta no haber conocido a sus padres.

McDonald (Austin Stoker), el asistente humano de César, le habla de documentos audiovisuales sobre sus padres que se hayan en la Ciudad Prohibida, una ruina radioactiva.

McDonald hablandole a César de los documentos audiovisuales sobre sus padres



Tras obtener armas de la armería, Cesar, McDonald y Virgil (Paul Williams) se dirigen a la Ciudad Prohibida, en busca de los documentos audiovisuales, y se encuentran con supervivientes mutantes, dirigidos por el gobernador Kolp (Severn Darden). Logran visionar las grabaciones sobre Aurelio y Zira, pero apenas tienen tiempo de estudiarlas al ser localizados por los mutantes y tener que huir. Una vez a salvo, César convoca una reunión para informar sobre lo que han descubierto en las ruinas. Aldo se queja al ver humanos entre el publico y lidera un grupo de gorilas. 

Ante la Ciudad Prohibida


La reunión ha sido observada por un grupo de exploradores enviado por el gobernador Kolp, que es informado de lo de Ciudad Simio. El mutante considera la visita de César un acto de espionaje. Méndez (Paul Stevens), ayudante de Kolp, cree que el chimpancé no hizo nada malo y que han de dejarlo en paz, pero el dirigente mutante se obstina en declarar la guerra y reúne a humanos para destruir la sociedad dirigida por César.

Los mutantes partiendo a la guerra desde la Ciudad Prohibida


A Aldo no le gusta la coexistencia pacifica con los humanos y planea un golpe de estado para convertirse en líder simio, que es oído por Aurelio mientras intenta recuperar su ardilla mascota de un árbol cercano. Aldo lo descubre y corta la rama en la que se encuentra el chimpancé, hiriéndolo de gravedad.

Se produce un encuentro entre gorilas y mutantes cuyo resultado será que Aldo ordena que todos los humanos sean encerrados y el saqueo del arsenal por parte de los gorilas.

Aurelio muere como consecuencia de sus heridas, dejando a César devastado, pero informado sobre los planes de Aldo. En ese momento se produce el ataque de los mutantes de Kolp sobre Ciudad Simio, que obliga a Cesar a ordenar a los defensores la retirada.

César y Virgil defendiendo Ciudad Simio


Kolp encuentra al líder chimpancé acostado entre decenas de simios y amenaza matarlo, pero los monos caídos, que fingen la muerte, lanza un contraataque que captura a la mayor parte de los mutantes. Kolp y el resto de mutantes son masacrados por los gorilas de Aldo.

Tras la batalla, Aldo quiere matar a los humanos encerrados por orden suya, pero César los protege. Aldo considera que hay que matar al chimpancé si continua protegiendo a los humanos, momento en que Virgil revela la participación de Aldo en la muerte de Aurelio y la violación de la ley más sagrada de la comunidad simia: “Un simio nunca debe matar a otro simio”.

César, enfurecido, persigue a Aldo a un árbol grande, lo que provoca que Aldo caiga al vacío y muere. Tras ello, César intenta liberar a los humanos, pero estos se niegan a ser liberados mientras no sean tratados como iguales. El chimpancé dice que los monos son tan despreciables como sus antiguos dueños y que ambos grupos deben convivir y comenzar una nueva sociedad.

El Legislador, 600 años después de los hechos, termina la narración a un grupo joven de simios y humanos. Ambas especies han continuado viviendo en paz. Un niño pregunta ¿Quién conoce el futuro? Y el Legislador le responde “Tal vez solo los muertos”.

Niños de ambas especies compartiendo las enseñanzas del Legislador




Comentarios