La Virgen del Canciller Rolin




Obra de Jan Van Eyck (Maastricht 1390, Brujas 1441), de la escuela de los primitivos flamencos, autor, también, del Retrato del Matrimonio Arnolfini y del Políptico del Cordero Místico. Es un óleo sobre tabla, mejora técnica respecto a lo predominante hasta la época del autor al ser más transparente y luminosa, permitiendo representar los objetos con mayor exactitud al tener un secado más lento y permitir trabajar con sosiego. 

Nos encontramos ante un cuadro religioso que contiene un retrato bastante fiel y naturalista del donante: Nicolás Rolin, canciller de Felipe el Bueno, archiduque de Borgoña, realizado para ser colgado en la capilla privada del canciller en la catedral de Autun, donde estuvo hasta 1800. 

Detalle del canciller


Como cuadro religioso con retrato de donante, ofrece varias novedades: el canciller aparece con el mismo tamaño que la Virgen y mirándola de frente, cuando en los anteriores cuadros religiosos el retratado aparecía con un tamaño al de la Virgen, Jesús o los santos. Tampoco aparece el santo del nombre del donante.

El canciller con los ojos a la misma altura que la Virgen

La obra esta realizada para verla de cerca, por lo que los detalles se plasman con exactitud. El paisaje urbano que se ve tras la Virgen y el donante podrían ser tanto Lieja como Maastricht, Utrecht o Autun, aunque también es una metáfora de la Nueva Jerusalén o una referencia a las dos ciudades de San Agustín, la ciudad terrenal, a la izquierda, y la celestial, a la derecha. El puente alude al de Montereau, donde fue asesinado Juan Sin Miedo y que entró en el Tratado de Arras, que el canciller Rolin logró entre Borgoña y Francia. 

Detalle del Niño Jesús, los personajillos, los pavos reales, el río, el puente y las dos ciudades


Bajo la ventana, en el huerto, dos personajes miran el panorama desde lo que es una alegoría del Paraíso Terrenal, aunque también podría ser el hortus conclusus o jardín cerrado que representa la virginidad de María. Los pavos reales son señal de cristo, las azucenas son divisa de la Virgen. El libro abierto del cardenal, las plantas y las flores, los animales, las personas y el paisaje son representados con detallismo. 
Destaca la corona de oro que un ángel sostiene sobre la cabeza de la Virgen, con filigrana de oro y piedras preciosas. En los capiteles de las columnas aparecen escenas como Adán y Eva, Caín y Abel, la embriaguez de Noe. 

Detalle de los capiteles y de las escenas biblicas


También destaca la perspectiva, lograda a través de las losas del suelo y los arcos laterales de la estancia, así como por la atmosfera.





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