Palop, dibujante de cómics II :Robertín, el niño millonario.
Primeras apariciones de Robertín |
Su principal característica era un flequillo de esos que se prolongan varios centímetros, así como un abrigo con solapas de un solo botón.
Robertín en una de sus primeras apariciones (izq.) y en otra más posterior (der.) |
Su argumento era simple, limitándose a mostrar el despotismo y ostentación de su protagonista, testimoniando la crítica de Palop hacia los nuevos ricos de la posguerra.
Para Pedro Porcel, historiador, es una de sus mejores series, que desapareció cuando los valores que parodia se impusieron en la España del desarrollismo de los 60. Fue entonces cuando sus aventuras pasaron a ser tiras cortas y el personaje secundario en otras historietas.
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