El planeta de los Simios II: La película de 1968
La primera versión de El planeta de los simios (Planet of
the Apes) data de 1968. Es una película estadounidense que se basa en la novela
homónima de Pierre Boulle y que dio inicio a la franquicia del mismo nombre. Dirigida por Franklin Schaffner, estaba protagonizada por
Charlton Heston, Roddy McDonald, Kim Hunter, Maurice Evans y James Whitmore. Narra la historia del coronel George Taylor, astronauta que,
junto a su tripulación, aterriza en un planeta habitado por simios
inteligentes.
El film se empezó a desarrollar en 1960, cuando Rod Serling,
creador de La dimensión desconocida, hizo un primer guión, descartado por ser
demasiado fiel a la novela e implicar una gran inversión en escenarios y
efectos especiales. Michael Wilson reescribió el guión de Serling, mostrando
una sociedad simiesca más primitiva, a petición de Schaffner, para reducir los
costos de producción
La historia que narra el film se desarrolla en 1974, cuando
cuatro astronautas, el coronel George Taylor (Charlton Heston), Lando (Robert
Gunner), Godge (Jeff Burton) y Steward (Dianne Stanley), se encuentran en
hibernación y su nave se estrella en el lago de un planeta desconocido tras un
viaje de 18 meses a velocidades cercanas a la luz.
Lago Powell, Arizona, donde se rodaron las escenas del lago del principio de la pelicula |
Al despertar, descubren que el sistema de animación
suspendida de la piloto Stewart a fallado y esta ha muerto, así como que la
nave empieza a hundirse en el lago. Antes de huir de la nave, Taylor observa
que la computadora dice que están en el año 3978, según lo previsto, ya que
mientras ellos han viajado durante 18 meses, en la Tierra han pasado 2006 años,
desde el lanzamiento en 1972 (cumpliendo la teoría de la relatividad de
Einstein).
Los astronautas saliendo de la nave mientras se hunde |
Los tres hombres cruzan el lago en lancha inflable y al llegar a la orilla Dodge examina el suelo con su instrumental y determina que el planeta es incapaz de sostener vida, pese a lo cual deciden avanzar a través de un pasaje desértico y con unas condiciones atmosféricas duras, lo que provoca la desmoralización de Landon, a quien Taylor ve como personificación de los defectos y debilidades de la especie humana: “en alguna parte del universo tiene que haber algo mejor que el hombre”.
Al cabo de un tiempo encuentran el final del desierto y un lago custodiado por unos extraños espantapájaros, y deciden nadar para refrescarse,
siendo robadas sus ropas y sus suministros saqueados mientras tanto por un
grupo de humanos primitivos incapaces de hablar.
De pronto, surgen unos gorilas uniformados montados a
caballo, armados, que los capturan con trampas y redes con el resto de humanos,
siendo Godge asesinado, Landon queda inconsciente y Taylor recibe un tiro en la
garganta, tras lo cual es enjaulado y una chimpancé, lo examina y le dice “habla
ojos claros, vamos ! vuelve a hablar! Haz tu truco”.
Taylor y el resto de humanos son trasladados a una jaula común
al aire libre, donde él intenta llamar la atención de Zira, la chimpancé que lo
ha oído hablar, y Aurelio, el novio de esta, escribiendo su nombre en el suelo,
pero ellos están conversando con un orangután, el doctor Zaius, y no se dan
cuenta. Nova, una humana que ha sido capturada junto a Taylor lo borra y él la
aparta e inicia una pelea, por lo que son trasladados a jaulas interiores. Zaius
ha visto el texto en la arena y lo borra.
Taylor enjaulado, Zira, Zaius y Aurelio |
En el laboratorio junto a la jaula común, Zira anima de
nuevo a Taylor a que hable y este le quita el lápiz y el cuaderno para escribir
su nombre, provocando la sorpresa de esta, que ordena que lo lleven a su casa
para estudiarlo. En casa de Zira, junto a Aurelio, se sorprenden del relato de
Taylor, que les explica con un avión de papel como llegaron a su mundo, a lo
que el chimpancé contesta que eso es un “imposible científico. Entonces llega
Zaius y replica a Aurelio su obsesión por llegar de nuevo a la zona prohibida y
destruye el avión de papel de Taylor y ordena a sus guardianes que lo devuelvan
al laboratorio.
En el laboratorio, uno de los simios comenta que Taylor va a
ser castrado, según las ordenes de Zaius, provocando la huida del humano, que
es atrapado con una red. Al ser levantado grita “Quita tus sucias zarpas de
encima, maldito simio asqueroso”, causando la sorpresa de todos los simios.
Tras ello, Taylor es
trasladado a su jaula, donde se junta con la mujer que borró su texto en la
arena, a la que bautiza Nova y trata de enseñarle a hablar. Es llevado al Consejo
Simio y acusado por un tribunal presidido por Zaius. Taylor dice que hay otro
hombre que también puede hablar, su compañero Lando, pero cuando es llevado se
da cuenta de que ha sido lobotomizado para incapacitarlo, por lo que maldice al
orangután. Zaius lo lleva a su casa y
le pide que revele su origen, el lugar del nido de mutantes al que Taylor
pertenece, pero el orangután no cree sus explicaciones.
Taylor junto a Lando lobotomizado |
Aurelio y Zira ayudan a Taylor a escapar, llevándose a Nova,
hasta la Zona Prohibida, donde son alcanzados por Zaius. En una cueva, donde
Aurelio ha estado realizando excavaciones arqueológicas, descubren una muñeca
humana que habla y Taylor maldice de nuevo al orangután ante los guardias que
descubren el lugar. Taylor toma a Zaius de rehén y obliga a los guardias a que
abandonen la zona.
Cuando Taylor se dispone a marchar con Nova, Zaius lo
recrimina por la maldad de su especie, a lo que el humano le replica: “Aún no
me ha respondido doctor, ¿un planeta donde el simio evolucionó del hombre? Tiene
que haber una respuesta”, a lo que Zaius responde: “No la busque Taylor, puede
que no le guste lo que encuentre”.
Taylor se despide de Aurelio y Zira. Los chimpancés le
agraden su ayuda para demostrar que tenían razón en sus postulados científicos
y mientras los humanos emprenden su marcha Zira le pregunta a Zaius “¿Que
encontrará allí doctor?”, a lo que este le responde: “su destino”.
Taylor y nova, a caballo, bordean la orilla del mar y,
cuando dirige su mirada al frente, descubre la trágica respuesta a sus
preguntas sobre el origen de esa civilización al revés, exclamando con odio y
pesar: “Dios, he vuelto... estoy en mi casa otra vez, durante todo este tiempo
no me habia dado cuenta que estaba en ella,… ¡por fin lo consegui.! ¡Maniáticos! ¡La habéis
destruido! ¡Yo os maldigo a todos! ¡Maldigo las guerras! ¡Os maldigo!”. Nova, desconcertada
al ver a Taylor arrodillado en la playa, lamentando su descubrimiento, alza la vista
y nos muestra la imagen apocalíptica de la Estatua de la Libertad en ruinas y medio
enterrada entre el mar y las rocas: El planeta de los simios es en realidad la Tierra.
¡Os maldigo! |
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